Experiencias

Ernesto Cepeda, un maestro de go en el fin del mundo

Ernesto Cepeda (68 años, 2kyu) es Ingeniero Civil y desde 2010 reside en Rio Grande (Tierra del Fuego) donde dedica sus esfuerzos para difundir el juego de Go entre niños en edad escolar. En esta nota nos relata su aventura como maestro de Go en el fin del mundo.

“Conocí el Go por el diario La Razón y un suplemento que pertenecía a la serie Usted Juega. Luego encontré artículos en el diario La Nación y me enteré de la existencia de la AAGo y su ubicación en Ciudad de la Paz en la escuela del Sol. Creo que era el año 1972.”

En 2015, luego de varias convocatorias fallidas, y respondiendo al interés de un docente de la zona (Claudio Letruria) se formó un grupo reducido de docentes y alumnos que se encontraba ocasionalmente a aprender y jugar, al principio en casa de Ernesto y luego en el colegio a los sábados por la mañana. El grupo se disolvió al poco tiempo cuando los alumnos egresaron.

Fue recién en 2015 cuando contactó a la directora de la escuela “Los Cauquenes” quien le ofreció dictar un taller de filatelia al que asistían chicos de 12 años. Ernesto propuso sumar la enseñanza de Go a la actividad y así arrancó.

“Comencé a enseñar las reglas en tableros de 9x9 utilizando, por qué no había disponibilidad de juegos en la zona, tapitas de gaseosas de diferentes colores y tableros dibujados en papel."

Al poco tiempo, y ante el interés de los chicos se propuso un taller a contraturno (2 hs semanales), fuera del horario escolar al que concurrieron 12 alumnos, que se extendió hasta el final del ciclo lectivo, llegando a organizar un mini-torneo entre los alumnos.

“Hice desde el comienzo mucho hincapié en los aspectos formativos, el respeto al adversario, porque gracias a él jugamos, el sentido del juego limpio, vencer por jugar mejor y no por triquiñuelas, el saludo inicial “onegaishimasu” (“me podes enseñar”) porque todos podemos aprender de todos, el aviso del “atari” como cortesía, el saludo al final “arigato”, agradeciendo la partida disputada, gane o pierda, porque se agradece el compartir y competir sanamente.”

Al año siguiente (2016) Ernesto propuso sumar un encuentro a la semana, alcanzando las cuatro horas semanales y sumando a niños desde los 8 años. Además se ofreció a dar clases en escuelas similares en la ciudad de Ushuahia (a 200 km de Río Grande) con única condición que le solventaran los gastos de traslado y estadía.

“Cada 15 días, salía para Ushuahia el miércoles a las 8 de la mañana , llegando a las 11,15 daba clases a un grupo de alumnos de primaria o secundaria, compartía el almuerzo con los docentes en la escuela, cenaba y dormía en casa de los docentes, y el jueves comenzaba las clases a las 8. Tenía 2 periodos de clases en una escuela, viajaba a la otra, almorzaba con docentes y alumnos, daba otro periodo de clases, y luego daba clases en el magisterio, hasta las seis de la tarde, luego viajaba de regreso a Rio grande llegando a las 11,30 hs”

En Ushuahia, debido carácter de docente invitado era acompañado frecuentemente en las clases por otros docentes, que participaban de la clase “como un alumno más”.

“Cada periodo de practica jugando los alumnos se emparejaban y jugaban una primera partida terminada la cual cambiaban de pareja ni bien se desocupaba otra. De esta forma procuraba que todos jugaran con todos. Si el número era impar yo también participaba en el juego, pero intentaba no hacerlo para aprovechar las situaciones que se iban presentando y  dar explicaciones complementarias, corrigiendo cualquier equivocación”

Ernesto también aprovechó otros espacios de encuentro que proponía la escuela para difundir el juego también entre los adultos.

“En Rio Grande el colegio realiza reuniones de juego entre los padres, los alumnos y las docentes, en donde se facilita un gran número de juegos y se les enseña a los que quieran la única regla es no abandonar el juego que comenzaste por respeto a los demás. Todos ellos jugaban en el suelo y a mí se me permitió armar una mesa con sillas y enseñar a los padres que quisieran. La actividad se realizaba a contra turno y, ante mi sorpresa, concurrieron numerosos padres (un 30/35 % del total). En la primera vez le enseñe a 6 o 7 y en la segunda aproximadamente igual. Es aquí donde vendo los primeros dos juegos de piedras, sin tablero.”

Al iniciar 2017 Ernesto ya contaba en Rio Grande con tres divisiones de 40 alumnos de primaria y en Ushuaia en total 140 alumnos contando primario, secundario y terciario (magisterio). Gracias a una donación realizada a través de un miembro de la AAGo (Aure Vocal), disponía de 16 tableros de 9x9 con sus respectivas piedras, que transportaba personalmente de un colegio a otro.

En el mismo año organiza y lleva adelante en conjunto con Sebastián Montielf (Punta Arenas, Chile) el 1er Encuentro Intercolegial  Patagónico de Weiqi sobre tablero de 9x9. En paralelo llevan a cabo el Torneo con Ventaja “Makesoiyn”, que significa “Encuentro” en lengua Shelknan (pueblo ancestral de esta región). El mismo se realizó sobre tablero de 19 x 19 con jugadores ranqueados en internet.

“Recibimos, y alojamos en el colegio a los participantes y sus padres que pernoctaron en sus bolsas de dormir en el suelo. Llegaron el día anterior porque el viaje insume más de 8 horas y hay que cruzar el estrecho de Magallanes y luego los destacamento de frontera de los respectivos países y existe un solo viaje por día que sale a las 8 ó 9 horas. Que llega, si los vientos lo permiten, a las 17 horas (con vientos fuertes la barcaza no cruza el estrecho). Compartimos con Sebastián las funciones de director en ambos torneos y fiscalizábamos las partidas. Sebastián además iba cargando los resultados a la computadora y anunciaba los emparejamientos.”


El Torneo “Makesoiyn” se realizó a cuatro rondas por el sistema suizo, con dos partidas a la mañana y dos a la tarde.  El tiempo acordado era 30 minutos por jugador con 5 byo-yomi de 1 minuto. El Encuentro Intercolegial comenzaba a las 15 has y también se jugó a cuatro rondas con el sistema suizo. El evento contó con una concurrencia de 38 jugadores en edad escolar, con cerca de 20 jugadores provenientes de la ciudad de Punta Arenas, participando 22 jugadores en el Intercolegial y 14 en el torneo  “Makesoiyn”. 

La experiencias independientes de Ernesto Cepeda en Tierra del fuego, de Fernando Aguilar en Santa Fé y Sebastián Montielf en Punta Arenas (Chile) han inspirado a la AAGo a iniciar el programa amiGos, con la misión de impulsar y apoyar la creación de espacios de juego de Go para niños y niñas en todo el país. 

Programa para la enseñanza del go en niños y adolescentes.

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